Conocí a Edmée en un taller de lecto-escritura después de dedicarme únicamente y por muchos años a la docencia, la capacitación y la administración de la capacitación a nivel nacional e internacional. Dentro la UNAM fui la única persona que manejó la educación abierta desde primaria hasta facultad y a pesar de mis logros algo me faltaba. Empecé el curso con un escrito que titulé Amén donde, entre muchas lágrimas, narré mis años conventuales. Edmée, con esa claridad y dulzura que le caracteriza, me apoyaba a continuar con la escritura. Sin su apoyo, en medio de tantas actividades laborales, jamás hubiera podido escribir algo que siempre había estado reprimido. Una de las maravillas en mi vida ha sido lograr poner en blanco y negro ese fragmento de mi historia. Un día sé que volveré a tomar lápiz y papel para continuar.

Cecilia Zamora Contreras, autora de Amén, ganadora del certamen DEMAC para mujeres que se atreven a contar su vida 2002